5.1. Cómo nos desenvolvemos entre la aceptación y el rechazo en las relaciones románticas
La dependencia está presente en las relaciones románticas. Las acciones que lleva a cabo un miembro de la pareja influyen en la capacidad que tiene el otro de satisfacer sus necesidades y objetivos.
El rechazo y la pérdida de las relaciones suele ser doloroso, por lo que, según Murray, Colmes y Collins, las personas deben estar motivadas a pensar y comportarse de modo que minimicen la dependencia hacia su pareja y la probabilidad de ser dañadas.
Pero, a su vez, necesitan establecer relaciones satisfactorias que les permitan cubrir sus necesidades básicas de afiliación.
En el transcurso de la relación, los miembros de una pareja necesitan realizar numerosas elecciones, algunas implícitas, que consiste en buscar la conexión y el vínculo con su pareja (aumentando su dependencia) y autoprotegerse (disminuyendo su dependencia), necesitan un sistema que les permita mantener una sensación de seguridad en un contexto de continua vulnerabilidad (sistema de regulación del riesgo).
La finalidad de este sistema es optimizar el sentido de seguridad (considerar al dolor como un sentimiento de invulnerabilidad) en unas determinadas circunstancias de la relación. El sistema funciona de forma dinámica, moviéndose entre la búsqueda de intimidad y la protección al rechazo.
Si no encontramos en una fase de la relación que implica riesgo y vulnerabilidad, automáticamente se activa nuestra meta de búsqueda de conexión: el modo más eficaz de manejar un mundo caprichoso y peligroso es buscando conexiones con otros que estén motivados a satisfacer nuestras necesidades.
Esta búsqueda de conexión activa el sistema de regulación del riesgo, el deseo de buscar conexiones o vínculos debe también activar un sistema de control que ayude a las personas a discernir quiénes y en qué situaciones pueden aportarnos seguridad y evitar que nos sintamos rechazados (no todo el mundo está motivado a satisfacer nuestras necesidades).
Este sistema se adapta a situaciones concretas en las relaciones, estimando el nivel de riesgo asociado.
Las personas que se sienten poco valoradas por sus parejas, el umbral de activación del sistema de regulación del riesgo será más bajo (pensará que el riesgo de que la pareja se rompa es elevado, “el umbral de riesgo estará más bajo”) y en este caso tenderá a priorizar metas de autoprotección sobre las de conexión.
Las personas que se sienten valoradas por sus parejas tendrán un umbral de activación más alto y priorizarán las metas de conexión.