4.2. Me gustas si te gusto: el efecto de la reciprocidad en la atracción
Segundo factor implicado en la atracción: Reciprocidad. Principio de reciprocidad:
- Nos gustan aquellas personas a las que les gustamos (la atracción genera atracción).
- Este efecto puede ocurrir cuando las personas se encuentran por primera vez y durante unos minutos.
- Conocer que le gustamos a alguien nos hace sentirnos más atraídos hacia esa persona y se ha explicado aludiendo al hecho de que es reforzante saber que le gustamos a otras personas y ello genera sentimientos positivos.
- Aquellos a quienes les gustamos tienen buenas intenciones hacia nosotros.
Matizaciones sobre el principio de reciprocidad en la atracción:
- Tendemos a sentirnos atraídos por otros a quienes gustamos, sólo si esto nos hace sentirnos especiales: El efecto de reciprocidad no se produce si sabemos que le gustamos a alguien a quien le gusta todo el mundo indiscriminadamente.
- Influencia de la incertidumbre: las personas que generan incertidumbre sobre cuanto les gusta alguien, pueden lograr que aumente el interés de esa persona hacia ellas.
Existen distinciones en el principio de reciprocidad y a nivel conceptual.
Modelo de las relaciones sociales de Kenny (1994). distingue entre dos indicadores independientes de reciprocidad:
Hace referencia al hecho de que las personas a las que generalmente les gustan los demás tienden, a su vez, a gustarle a las demás.
Se circunscribe a cuando esto ocurre entre dos personas.
Un meta-análisis llevado a cabo por Kenny, reveló la existencia de resultados inconscientes respecto a la reciprocidad general, pero conscientes y sólidos para la diádica en la atracción interpersonal.
¿Qué atrae más, semejanza o reciprocidad?
Lehr y Geher (2006) analizaron los efectos diferenciales de la reciprocidad y de la semejanza actitudinal en el grado de atracción en participantes hacia parejas potenciales.
Crearon un escenario similar al del paradigma del falso desconocido, pero manipularon la reciprocidad y la semejanza en las actitudes de distinta forma a la anterior.
- Primero rellenaban una escala de actitudes.
-Una semana después les presentaban a los participantes una historia sobre un falso desconocido en la que se manipulaban la semejanza actitudinal y la reciprocidad.
El resultado fue que la reciprocidad ejercía un fuerte efecto en la atracción, bastante mayor que el efecto de la semejanza actitudinal.
La semejanza actitudinal está subordinada a la reciprocidad en el desarrollo de relaciones íntimas, es decir, nos sentimos más atraídos hacia personas a las que les gustamos que hacia personas con las que compartimos actitudes.