4.4. El atractivo físico
Importante predictor del grado en que nos sentimos atraídos por una persona.
Walster, Aronson, Abrahams y Rottmann lo estudiaron en 1966 en un estudio de campo, en el que a los participantes se les asignaba al azar una pareja de baile en una fiesta y, posteriormente, debían evaluarla en atractivo físico y diversas variables de personalidad. Resultó que el atractivo físico era el único predictor del grado en que a los participantes les gustaba la pareja, así como del grado en que querían volver a quedar con ella.
En otras investigaciones se ha demostrado que las personas atractivas son juzgadas y tratadas más positivamente que las no atractivas (efecto halo).
La industria de la cosmética se basa en que la mejora de nuestro aspecto conduce a una mayor aceptación social.
Luo y Zhang (2009) han comprobado simultáneamente el efecto de cuatro factores (semejanza, reciprocidad, atractivo físico y seguridad) en la atracción.